LA SEGUNDA TRAICIÓN (Publicado 25.03.2002 grupo Joly
LA SEGUNDA TRAICIÓN
(Publicado 25.03.2002 grupo Joly:
https://www.diariodesevilla.es/opinion/tribuna/segunda-traicion_0_1668433295.html)
Primero fue la traición y después el abandono. Tras esto, se
intentó el olvido que fue imposible. Últimamente, vuelve la vergüenza cuando se
consuma la segunda traición, esta vez protagonizada por el presidente del
gobierno español, o quizá solo presidente de sí mismo, Pedro Sánchez.
Afortunadamente, la presencia de Naciones Unidas consiguió un alto
el fuego en 1991, y aunque ello no supuso victoria para nadie, sí impuso la
lenta agonía del pueblo saharaui en la Hamada. Al menos, comenzaron a malvivir
en la esperanza que le había prometido la ONU en función de los presupuestos
básicos del Derecho Internacional: un referéndum de autodeterminación que
supondría con toda probabilidad la vuelta a su país. Pero pasaron los años y,
argucia tras argucia, se consiguió postergar hasta hoy la realización del
referendum, o lo que es lo mismo, la imposición del Derecho Internacional.
El matiz histórico y social importante a destacar es que el Sáhara
español nunca fue una colonia de nuestro país. Pues a diferencia de otras
naciones invadidas o conquistadas por Inglaterra, Bélgica o Francia, a los
nativos del desierto se les reconoció la ciudadanía española. Se trataba de una
provincia más de España, como lo fueron y son Zaragoza o Sevilla. Y sus
habitantes ostentaban la nacionalidad española.
El que suscribe, médico cirujano de profesión, ha estado en
numerosas ocasiones en los campamentos de refugiados saharauis en calidad de
médico cooperante, de ahí que pueda afirmar, no solo que conoce su historia y
devenir, sino que comparte su indignación por la traición de España, que
entonces (corría el año 1975 y Franco agonizaba en su lecho de muerte) les negó la protección y amistad que les
debía.
No han sido pocos los saharauis, todos de edad avanzada, que he
conocido en la Hamada que me enseñaban un carnet de identidad español (viejo y
caducado) para hacerme ver que ellos eran españoles reconocidos antes de la
traición de 1975. Es más, a fecha de hoy, y según dictamen de Naciones Unidas,
España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara, por lo que tiene la
obligación de no inhibirse en la cuestión. Sería negligencia política si así lo
hiciere.
Pero el tema va más allá. Hoy no es que haya actuado
negligentemente en materia de política internacional o derechos humanos; es que
además, tras la felonía protagonizada por Pedro Sánchez, se ha constituido en
protagonista de la segunda traición.
Las razones de este cambio repentino de la política española
dándole la razón y el apoyo al rey de Marruecos no se han establecido con
claridad, pero parece que la amenaza de la inmigración desbocada e
incontrolable a través de Ceuta, Melilla y Canarias ha tenido su efecto. No son
pocos los que, al otro lado de las vallas de Ceuta y Melilla, calculan
fríamente el juego de la presión política a base de enviar cientos o miles de
compatriotas hacia el hipotético sueño europeo, y no para que sean más felices,
sino para que, jugándose la vida en pateras o vallas, consigan plegar la
voluntad de este presidente de sí mismo, que es Pedro Sánchez. Este que no duda
en desarrollar políticas contra el dictamen de Naciones Unidas, o lo que es lo
mismo, contra el Derecho Internacional.
Fue Donald Trump el primer mandatario occidental en afirmar en
diciembre de 2020 que la soberanía sobre los terrenos del Sáhara occidental
correspondería al Reino de Marruecos. Ahora lo hace Pedro Sánchez, de espaldas
a todos los grupos políticos, si no al suyo propio.
Lo terrible no es la cuestión política. Esta quizá sea lo de
menos. Lo terrible es que, desde aquella traición de 1975, hoy corroborada en
2022 por Pedro Sánchez, ellos quedaron abandonados por España, y hoy lo están
doblemente por esta segunda traición. Y desde entonces sobreviven en
campamentos ubicados en el más atroz de los desiertos, centenares de miles de
hombres, mujeres y niños que ven pasar los años a la espera de una solución que
no llega. Que no llega porque depende de unos políticos que juegan al ajedrez,
olvidando que los peones son seres humanos casi reducidos a polvo de arena por
el olvido y la traición de unos pocos. En las decisiones políticas, parece que
el ultimo criterio a tener en cuenta es precisamente el ser humano, el mismo
que inventó la Política.
Javier Castejón es médico cirujano y
profesor de la Facultad de Medicina de Granada. Ha sido médico cooperante y
dirigido misiones de cooperación internacional sanitaria en los campamentos
saharauis
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