LOS SONIDOS DE LA GUERRA (artículo periodístico del Letraherido Chema Cotarelo)
  Los sonidos  de  la  guerra   JOSÉ  Mª  COTARELO  ASTURIAS          Ya no cantan los pájaros en Mariúpol, Odesa, Mykolaiv o  Jersón;  el  ensordecedor  ruido  de  las  bombas  y  los  misiles  acalló   sus  trinos.  Y  muchas  esperanzas,  y  toda  la  alegría. Que  Putin  es  sordo  es  bien  sabido.  La  cera  del  egocentrismo  ta pona  sus  oídos  y  le  ciega  la  con-  ciencia.  Ciego  de  cordura  y  fal to de juicio se nos presenta  como  el  último  retrato  de  sa-  tanás,  caso  de  que  este  exista.  Por  eso  no  puede  oír  ni  ver  las  miles de voces que se levan-  tan  por  el  largo  y  ancho  mun   do, las banderas y las blancas  palomas  que  levantan  su  vue-  lo  y  que  ansían,  reclaman,  el  fin  de  la  guerra  y  piden  paz  y  justicia. A Vladimir se la trae  al  pairo.  Tampoco  ve  ni  oye  el  llanto  de  los  niños  huérfanos,  el  de  las  mujeres  que  se  des piden  en  las  estaciones  de  tren  antes  de  partir,  tal  vez  si...