CRONICA SENTIMENTAL DE LA NOCHE EN QUE LA AMISTAD Y LA LITERATURA SE PROCLAMARON, entre los letraheridos, FAROS DEL MUNDO.

 

CRONICA SENTIMENTAL DE LA NOCHE EN QUE LA  AMISTAD Y LA LITERATURA SE PROCLAMARON, entre los letraheridos,  FAROS DEL MUNDO.

15 DE DICIEMBRE DE 2021




 

Fue en torno a la lumbre de las palabras cuando un día nos encontramos. Una luz que podía iluminar el mar embravecido de la vida para transitarla mejor. Y había llegado el momento de decir lo que las palabras nos habían descubierto en tan hermoso viaje. Y fue el Letraherido profesor Castejón quien con acierto y rotunda convicción proclamó que estas pueden ser cauce de verdad y libertad cuando son dichas desde el corazón, pero también vehículo de la mentira, cuando buscan espúreos intereses o se pervierten. Fue  un sencillo y evidente  aserto que comenzó a iluminar una noche que prometía, y a alumbrar el corazón y la mente de la numerosa audiencia que los Letraheridos habían concitado en el salón de actos del Colegio Oficial de Médicos de Granada.

 Las palabras, siempre las palabras, que cuando brotan de un alma descubierta y franca dan sus mejores frutos. Palabras que buscan el venero de la verdad y se levantan airosas contra las palabras que esconden lo auténtico.  Y fue así como el Letraherido Castejón , prolijo en sus artículos periodísticos, ejemplos de pensamiento crítico,  encendió la primera antorcha de la noche que comenzó a disipar la penumbra para quienes aún no sabían que las palabras y la literatura pueden ser la mejor ánfora de la verdad.

            Después fue la historia, la historia de los Letraheridos contada por Javier Castejón y Francisco Luque. Los incipientes comienzos, cuando un puñado de amantes de la literatura tuvieron el Salón de Actos de Hospital como el primer venero de su ya larga andadura entre los mares de la literatura, el calor de la amistad  y el buen vino.  Después vendrían tertulias donde fueron recordados grandes escritores y celebraciones en las que el amor por las palabras y la confianza de la cómplice amistad en ellas, llenó de todos los colores sentimentales  la paleta de sus encuentros.

            Y los Letraheridos quisieron presentarse en cuerpo y alma a la audiencia, porque era tanto su amor por las letras que no cabía en ellos. Y fue cuando Fernando Mesquida habló del alma y estilo literarios de sus compañeros letraheridos narradores. Y la noche se convirtió entonces en un árbol del que pudieron recogerse los más sabrosos frutos. Porque la prosa de Javier Castejón tenía el vigor de su inteligencia y la versatilidad de un espíritu abierto a ser fecundado desde cualquier aspecto de la realidad que merezca la pena ser conocido y narrado. Y porque también Piedad Santiago se nos había mostrado como una escritora con grandes dotes de observación de los caracteres humanos, descritos con su humor inteligente, y capaz de encontrar siempre aquellos aspectos inusitados de la realidad y de profundizar en las emociones humanas. Y Mercedes Rodríguez del Castillo era capaz de expresar con maestría la diversidad de estados emocionales sin abandonar nunca la armonía y la belleza de la expresión literaria. Y además teníamos en Antonio Tapia a un narrador que desarrolla con maestría elaboradas tramas y las dota de una prosa robusta y trabajada, capaz de atrapar al lector desde las primeras páginas. Y con Manuel Gálvez podríamos ser seducidos por su ingenio y un entusiasmo capaz de conmovernos con la pasión que emana de todas sus páginas y sorprendernos con su desbordante imaginación. Y por último Francisco Luque, ese prolífico narrador que domina como nadie los diálogos, especialmente de los niños y jóvenes, tan difíciles de recrear y que es capaz de desarrollar ingeniosas tramas en las que sus personajes siempre transmiten un inconfundible halo de humanidad y ternura.

            Quedó pues mostrada el alma literaria de los letraheridos narradores y la audiencia la recibió  con sus brazos abiertos y un corazón preparado para el encantamiento.

           

Descripción: APLICACIÓN ARABESCO TERMOADHESIVO ROJO 7cmDescripción: APLICACIÓN ARABESCO TERMOADHESIVO ROJO 7cm

 

Y después de la narración vino una de las más  excelsas creaciones del arte de la palabra y fueron nuestros poetas presentados por Antonio Tapia , elevando sus voces emocionadas con sus poemas. La sensibilidad de su presentador ya se había hecho eco de que un narrador es quizás alguien que escribe y no puede ser poeta. Pero el caso es que destacó, acertadamente, que existe una suerte de simbiosis, de mutuo enriquecimiento entre unos y otros.



Y en la primera estación del poético viaje,  fue Casilda Jáspez         quien nos abrió las puertas de una poesía intimista, delicada y en ocasiones melancólica. Las cuerdas de un alma sensible que parecen brotar buscando las de una guitarra, tal es la naturaleza de sus poemas, consiguiendo algunos ser ya canciones.




Tras ella Manuel Peña nos descubrió el mundo de una sensibilidad que sabía desvelar como nadie las emociones que se esconden en circunstancias aparentemente cotidianas para elevarlas al espacio del sentimiento poético.




Fernando Jaén, nos demostró una vez más como sus poemas brotan desde las profundidades del conocimiento y del espíritu, con honestidad y precisión;  de manera simbólica, incandescente y perturbadora, que fluye como pequeñas erupciones de lava.

 




Y el colofón lo tenía que poner alguien que nació poeta. Porque podemos llegar a ser muchas cosas en la vida si nos lo proponemos, pero un nacimiento con estrella poética es algo intransferible. Tal es el caso de José María, Chema Cotarelo Asturias. La vida en su totalidad se encuentra en sus poemas, envuelta en el humo de sentimientos y recuerdos, y de unas palabras que nunca dejan de descubrirnos espacios íntimos de nuestro ser.


 

 

MERCEDES RODRIGUEZ DEL CASTILLO: LITERATURA Y AMISTAD UN FULGOR EN LA NOCHE DE LOS LETRAHERIDOS.



 

Pero el gran fulgor de la noche fue cuando Mercedes Rodríguez del Castillo, musa por antonomasia del grupo y seguramente inspirada por otras musas hermanas,  desgranó lo que era la literatura y la amistad, y entonces de sus manos floreció la esencia de lo que la plenitud y la felicidad significaban para la hermandad de los Letraheridos, y lo que había escrito fue por ella leído entre el embeleso de la audiencia.

     

 Y así los Letraheridos se sintieron enraizados con una tradición que se remontaba a la antigua Grecia, cuando  Epicuro dijo que sin amistad es imposible ser completamente feliz. Bastaba recordar que nuestros instantes más alegres, memorables y valiosos estaban asociados a esas personas que habíamos elegido como amigos. Unos amigos que nos acompañarían en las circunstancias felices, pero también en los momentos más dolorosos.

Nuestra Letraherida se detuvo en la descripción del afecto cálido y sincero que desea el bien y ventura de quien consideramos nuestro amigo. Y es a partir de ello cuando se crea  una especial conexión, una atmósfera singular, en virtud de la comunicación y el entendimiento, fluyen de manera alada y cómplice, porque sus almas están alentadas por una misma pasión. La de la sensibilidad y el amor por la literatura, anidan en las almas que poco a poco se irán desvelando y conociendo desde la luz de la amistad.

Y Mercedes nos brindo una de las sentencias más bellas, lúcidas y acertadas sobre la amistad pronunciadas por el genio de Voltaire, en el Siglo de las Luces:



“La amistad es un contrato tácito entre dos personas sensibles y virtuosas. Digo sensibles, porque un monje, un solitario, puede no tener nada de malvado, y vivir sin conocer la amistad. Digo virtuosas, porque los malvados solo tienen cómplices; los libertinos, compañeros de libertinaje; los interesados, socios; los políticos, partidarios;  los hombres ociosos, tienen relaciones; los príncipes tienen cortesanos; solo las personas virtuosas tienen amigos”

¿Podría encontrarse una mejor definición para mostrar el carácter de nuestra hermandad? Y es que según Voltaire se desprende que los Letraheridos son personas virtuosas y sensibles, y según el significado de su nombre sienten una pasión extremada por la literatura. Pasión que les  ha llevado a su afortunado encuentro.

Nuestro vínculo, afirma Mercedes, “contiene ingredientes únicos y universales, y tiene la facultad de atravesar cualquier barrera para instalarse en el centro de lo más entrañable. Es una mezcla de sueños e imaginación, de afán de belleza y fantasía, de emoción y de aventura, de ambición de libertad y de soledad creadora, de arte y amor a las palabras. Porque todo esto, y aún más, es lo que llamamos literatura”.

 

Y no podía haber unas palabras más acertadas y bellas que reflejaran la suerte de nuestro encantamiento. Fue la emoción que la belleza de las palabras provoca lo que entrelazó nuestros corazones de manera indeleble. Y de todo ello surgió el árbol frondoso de nuestra hermandad alegre, fructífera y dichosa.

            Hubo música navideña, el coro del hospital nos acompañó una vez más, como si la palabra y la música se buscaran y encontraran para crear lo más elevado del arte del hombre.

            Los amigos  letraheridos y sus amigos tuvieron su ágape en una terraza, bajo las estrellas, fue en la primera esquina que encontraron al paso, y que después supieron que era “La esquinita de Javi”. Era fría la noche. Pero el gélido aire no consiguió apagar la lumbre de la amistad y la pasión por la literatura que encontraba en sus corazones el más cálido hogar.


 


 

 


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