TERTULIA LITERARIA DE LOS ESCRITORES LETRAHERIDOS DEL HOSPITAL

 

    

TERTULIA LITERARIA

 DE LOS  ESCRITORES LETRAHERIDOS DEL HOSPITAL

 

Tertulia Escritores Letraheridos del Hospital

 Acta 25/6//2021

 


 

Manuel Machado, poeta modernista amante

de lo popular, con atuendo y acento andaluz

 

 

ACTA DE LA SESION 05/21

25-6-2021

 

CONTERTULIOS

 

José María Cotarelo Asturias

(Poeta)

(Autor de “La Nieve y las campanas”)

 

Javier Castejón Casado

(Narrador-Ensayista)

(Autor de “Las tres puertas”)

 

Fernando Mesquida Garrido

(Narrador)

(Autor de “Luces de Bengala. Un voluntario en el corazón de India)

 

Mercedes Rodríguez del Castillo Martín

(Narradora)

(Autora de “Los Amados Robados”)

 

Antonio J. Tapia Gómez

(Narrador)

(Autor de “Los Gatos de Estambul)”

 

Casilda Jáspez Diéguez

(Poeta)

(Autora de “Retazos de una vida cualquiera”

colección de microrelatos)

 

José Tomás Liñán

(Narrador)

 

Manuela Padial Sánchez

(Poeta y narradora)

(Autora de "Mariposas", galardonado con el 2º premio en el XXIII Certamen Literario de Declaraciones de Amor)

 

Francisco Luque Martínez

(Narrador)

(Autor de “El Largo Domingo Santo”)

 

Manuel Gálvez Ibáñez

(Narrador)

(Autor de "Vive. Reflexiones de un medico de familia")

 

 

      Siendo las 21:30 horas, del día 25 de junio de 2021,  se reúnen los escritores arriba citados en Villas Blancas, donde tiene su morada nuestra letraherida Mercedes Rodríguez del Castillo , en una sesión muy especial,  para tratar el siguiente orden del día:

 

Punto único:

 

 Manuel, el Machado olvidado y la belleza de la melancolía, a cargo de Mercedes Rodríguez del Castillo.

 

 

-           

 

 

 

                                    -------------------------ooooo----------------------

 

           

 

           

 

            Cuando todavía a lo lejos el resplandor de las hogueras de San Juan nos recordaba que ya el Solsticio de Verano había llegado a nuestros corazones para regalarnos en su más alta expresividad y plenitud, los letraheridos se reunieron para celebrar una de las noches más hermosas del año, para ser iluminados una vez más bajo la luna llena de las palabras y, como recoge en su canto el letraherido Manuel Gálvez, el vitalista autor de "Vive. Reflexiones de un médico de familia"), quizás en su talante nuestro “Walt Whitman “:

 

“Aquella noche celebramos el talento, el humor, el respeto, la contienda literaria e intelectual y el amor por la vida, el buen vino, regado por la fraternidad e iluminado por  las sonrisas, posándose todo ello en las almas, para llevarlas a una suerte de isla maravillosa  - quizás la isla de Utopía- a un oasis para soñar en el que desearse larga vida, cuando las palabras habitaban entre nosotros como palomas torcaces de la libertad y la concordia.”

 

            Era noche casi llena la de aquel 25 de junio de 2021 y la exaltación de la vida y sus placeres, tanto sensoriales como intelectuales y espirituales se iba apoderando de la hermandad de los letraheridos, como si quisiera ofrecer sus mejores galas al invitado de excepción de aquella noche: el poeta Manuel Machado, alguien, como nos contaría después nuestra anfitriona, que tanto amo la vida y sus placeres y supo hacer acopio de las mejores palabras y los mejores versos para regalarnos una noche inolvidable en la que la belleza y la melancolía irían de la mano.

            Y nuestra anfitriona no pudo haber dispuesto una mejor escenografía para que el poeta se sintiera a gusto entre sus admiradores. Porque en lo tocante a la belleza, esta se derrochaba a nuestra alrededor en un jardín que bien pudiera ser uno de los que poeta eligiera para algunos de sus cantos de cisne. Una belleza que bien pudiera estar quintaesenciada en un detalle de la mesa en la que se encontraban las delicias gastronómicas que nos había preparado nuestra anfitriona.  Tres velas blancas en sus fanales de cristal, guardando una bella proporción que nos recordaba en su disposición la de algún conjunto de arcos de la Alhambra. Tres blancas velas presidiendo la mesa para el goce de nuestros sentidos. Aunque sin llegar a la lujuría, porque entre nosotros solo las palabras podrían estar tocadas por esta pasión que nosotros éramos capaces de convertir en virtud.

 

 


 




 

 

 

 

 

La belleza, una cuestión de proporciones

 

 

Tres velas iluminando el pastel de carne , la ensaladilla “Merceditas”, ambas especialidades de la casa. Además de queso, jamón y salmón.

            Y estas velas alumbraban también una vieja historia. Hace muchos, muchos años, cuando nació el padre de nuestra anfitriona Mercedes, su bisabuela, para celebrar el nacimiento de su primer nieto mandó hacer un tonel para el vino y buscó un vino muy especial para su nieto. El tonel tiene casi un siglo y desde entonces su interior se ha ido reponiendo, de manera que se han conservado “las madres”. Y este es el vino que ha regado el pastel de carne, y los letraheridos han participado así de una centenaria tradición. Y probar ese pastel puede ser también impregnarnos de historia y de memoria.

           

Aquel niño llamado Fernando Rodríguez del Castillo resultó ser después uno de los grandes bodegueros y entendido en vinos de nuestras tierras, creando el vino “Concejal”, siendo también concejal de la ciudad de Granada con el alcalde D. Manuel Sola. Gracias a la propuesta de D.  Fernando , la estatua de Colón fue trasladada a su actual emplazamiento, para darle un mayor realce y visibilidad.

            Es la historia de un tonel de vino que ha salido al encuentro de las otras historias que rodean a los letraheridos.

 

 

            Aún a pesar de que la noche iba a estar destinada al poeta de la belleza y la melancolía, la llegada del solsticio de verano alentaba en nosotros la alegría de la vida al sabernos juntos otra vez y dispuestos a la celebración de la existencia y la literatura, que para nosotros son una misma cosa.

Y era cálida la luz del corazón de nuestra anfitriona al recibirnos, pero también lo era la iluminación que para nosotros había dispuesto, así como el bello techo de glicinias enredadas en una pérgola , bajo la que pasaríamos la noche.

 

Y antes de dar inicio a la charla  sobre Manuel Machado por parte de nuestra anfitriona, los letraheridos se despacharon a gusto no solo con las delicias gastronómicas sino también con los suculentos temas que de manera improvisada brotaron entre ellos. Variedad de interesantes asuntos entre los que afortunadamente brillaban por su ausencia los temas de la prensa rosa. Ya que no ello no necesitan de ningún “Sálvame”, para sentirse a salvo, en su isla de Utopia, de las corrientes , mareas y marejadas de la vulgaridad y ordinariez que arriban a las playas de otros continentes. Ese venenoso estiércol incapaz, sin embargo, de abonar ninguna de las tierras del buen espíritu.

 

            Y entre viandas y lonchas, surge algo que es más del cielo que de la tierra:

¿Quien diría que San Pablo miles de años después fuera recordado por su misoginia? Y no es baladí el comentario de un letraherido al referirse que fue a partir de él cuando el cristianismo tomó un rumbo, con su obsesión por el pecado , que hubiera podido ser otro. Y nos comenta este letraherido que ha leído sobre este asunto un esclarecedor libro titulado “La humanidad de Jesús”, del que fuera profesor de la facultad de Teología de Granada D. José María Castillo.  Autor cuyo blog se denomina “Teología sin censura. Atrévete a pensar”

 

 


     

 

 

Sí, atrevamos a sentir y a pensar, y a poner las cosas en su sitio después de tantos siglos de pensamiento dogmático.

 

 

            Y que no se sienta más herido ningún letraherido por lo dicho hasta aquí por el “actista”, ya que estas ideas se sustentan en el pensamiento del eminente teólogo citado :

 

“El Dios de Pablo es un Dios que nos salva sacrificando a la víctima. En tanto que el dios de Jesús es un Dios que nos salva sanando al que sufre. El Dios que nos presenta Pablo es un Dios que sacrifica porque se trata de un Dios que exige violencia, sufrimiento, sacrificio y muerte, para perdonar, redimir y salvar. Mientras que el Dios que nos presenta Jesús es un Dios que sana porque se trata de un Dios que da vida, salud y felicidad. El Dios de Pablo nos salva para la otra vida. En tanto que el Dios de Jesús salva de los sufrimientos de “esta vida”.

“Mientras que en el caso de Pablo, el pecado es el problema central de su teología, en la vida y en las enseñanzas de Jesús, la preocupación determinante fue el sufrimiento humano.

“Nos sobra religión y nos falta humanidad”

 

            El “actista”, con la debida licencia, se ha permitido incorporar estos textos que no fueron citados en nuestra sesión. Sabe que a los letraheridos les gusta profundizar en el porqué de las cosas, y en el origen histórico de algunas circunstancias de los tiempos actuales que hubieran podido ser muy distintas si Saulo de Tarso hubiera tenido otras ideas sobre el cristianismo. Quizás caída de su corcel tuviera la culpa de todo.

 Somos gente que piensa y que criticamos que las Humanidades hayan quedado relegadas en los actuales planes educativos. Y no queremos el pan y circo que hay para la generalidad de los mortales.

            San Pablo fue autor de muchas cartas. Cartas a los Corintios, a los Gálatas, a los Romanos, a Timoteo, a Filemón. Y un letraherido se pregunta si tantas cartas tuvieron respuesta. San Pablo probablemente no llegara a escribir cartas a ninguna mujer porque en su limitada visión de lo humano lo consideraría pecado. Y nos preguntamos qué hubiera pasado si a las manos de Saulo de Tarso hubieran llegado las exquisitas, profundas y laureadas cartas de nuestra letraherida Manuela Padial, porque el amor se derrama también en todas ellas. Y quizás Saulo de Tarso hubiera tenida una visión más humana, carnal y menos pecaminosa del amor.

Y es que como proclama el poeta Chema Cotarelo no hay nada más humano y profundo y más cercano al alma que el género epistolar.

 

 

           

Todo tiene su trasfondo. A veces el que menos nos imaginamos, como ha quedado demostrado con el curso que ha seguido la historia del cristianismo con San Pablo.

 Tampoco podemos imaginar que cuando una botella de vino nos parece ya se ha vaciado, ello no es así. Chema nos lo demuestra. En toda botella que se crre vacía quedan alrededor de treinta gotas de vino, Que serían suficientes para sentar a nuestra mesa a un liliputiense.

 



 

            ¡Ah el amor, el amor!. Nuestro letraherido sevillano nos recuerda que las playas de Cádiz son ideales para enamorarse y también para amar. Como un trozo del paraíso perdido

 

            Y porque los extremos se tocan, ya que en nuestra mesa no reina más que la concordia y el buen ánimo, brota entre nosotros el tema del carácter de los granadinos o “malafollá”. Que seguramente traería de cabeza al mismo Wilhelm Wundt, con su Psicología de los Pueblos.

 


 

 

 

 

La psicología de los pueblos (conocida también como psicología etnológica o psicología étnica) es una rama de la psicología que se empezó a desarrollar en el siglo XIX. Su objetivo es el estudio de los comportamientos de los grupos en relación con la identidad étnica de los mismos. Está influenciada por el romanticismo que, como reacción al cosmopolitismo de la ilustración, hace énfasis en los aspectos culturales y étnicos de los pueblos.

El término de psicología de los pueblos (Völkerpsychologie) fue acuñado por Wilhelm Wundt y la finalidad de esta era el estudio del “espíritu del pueblo” o el “carácter nacional”.

 

Fuente; Wikipedia

 

“Felipe Romero, autor de El segundo hijo del mercader de seda, estaba convencido de que la malafollá se implantó cuando expulsamos a los moriscos. Esta circunstancia fue una tragedia porque, escribe Felipe Romero, "sus campos quedarían abandonados, sus ganados sin pastores, las fraguas sin herreros, sin posibilidad de construir nuevas iglesias por la carencia de alarifes, las maderas se pudrirían en los cobertizos al no haber quien las tallase, las huertas de la Vega sin buenos hortelanos que sepan llevar el agua por acequias y atarjeas, y los tejedores, los tintorero, los tundidores, expulsados de la ciudad de la que ya no habría ni lana ni seda". Es decir, Granada era despojada de los hombres que la habían creado y tomada por hombres que no la entenderían nunca. Y eso imprime carácter, ese carácter neutro que da la amorfia de la sangre.”

(Citado por Andrés Cárdenas, autor del “Manual del Perfecto Malafollá”

            Nos parece que esta apreciación de Felipe Romero podría casar  muy bien con los planteamientos de Wundt.

            La obra clásica en el estudio del carácter de los granadinos es la escrita por el gran periodista, escritor y poeta granadino José G. Ladrón de Guevara. A quien queremos rendir desde aquí nuestro homenaje.

 




 

El escritor José García Ladrón de Guevara y su libro, ya todo un clásico.

 

Mercedes Rodríguez del Castillo, nos ilustra con un ejemplo muy claro de la malafollá del granadino y es cuando alguien que se presenta con un bello vestido que le favorece, quien lo contempla solo es capaz de fijarse en una pequeña arruga, omitiendo las bondades del conjunto.

 

            Y en este año en que los Festivales de Música y Danza alcanzan ya su edición número setenta, brindamos por el cumpleaños de nuestra letraherida Mercedes Rodríguez del Castillo Martín. Quien nació un 27 de junio. Y levantamos nuestras copas a la luz cálida de la luna y de la noche para brindar por nuestra anfitriona a quien desde aquí deseamos muy larga vida.

 



 

 

 

 

 

Punto único:

 

-          Manuel, el Machado olvidado y la belleza de la melancolía, a cargo de Mercedes Rodríguez del Castillo.

 

 

Han dado ya las once de la noche, a pesar de que entre nosotros la noción del tiempo se diluye, y llegamos al momento culminante de la velada. Es cuando la voz de Mercedes se levanta  bajo el techo de glicinias con los siguientes versos del poema “Adelfos” de Manuel Machado:

 

 

A Miguel de Unamuno

Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
soy de la raza mora, vieja amiga del Sol—,
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo el alma de nardo del árabe español.

Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
De cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer.

En mi alma, hermana de la tarde, no hay contornos...;
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Besos ¡pero no darlos! Gloria.... ¡la que me deben!
¡Que todo como un aura se venga para mí!
¡Que las olas me traigan y las olas me lleven,
y que jamás me obliguen el camino a elegir!

¡Ambición! No la tengo. ¡Amor! No lo he sentido.
No ardí nunca en un fuego de fe ni gratitud.
Un vago afán de arte tuve... Ya lo he perdido.
Ni el vicio me seduce ni adoro la virtud.

De mi alta aristocracia dudar jamás se pudo.
No se ganan, se heredan, elegancia y blasón...
Pero el lema de casa, el mote del escudo,
es una nube vaga que eclipsa un vano sol.

Nada os pido. Ni os amo ni os odio. Con dejarme,
lo que hago por vosotros, hacer podéis por mí...
¡Que la vida se tome la pena de matarme,
ya que yo no me tomo la pena de vivir! ...

Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
De cuando en cuando un beso, sin ilusión ninguna.
¡El beso generoso que no he de devolver!

 

 

 



 

 

C OMIENZOS

 

            Y a través de este poema, uno de los más bonitos escritos en lengua castellana nos es presentado nuestro personaje de la noche, quien nació en Sevilla en 1874 y se formó posteriormente en la Institución Libre de Enseñanza, frecuentando en la ciudad de Madrid la intelectualidad y la bohemia de aquella época.

            Manuel ama la vida, se parece en este rasgo a los letraheridos, cuyo amor por la vida compite con el amor por la literatura. Manuel tiene un carácter muy diferente al de su hermano Antonio, menos amante de los saraos y con una actitud de mayor introversión.

            En Manuel ya desde el inicio de su obra literaria se aprecia una tendencia a lo popular y a la melancolía como dos notas distintivas de su poesía.  Al igual que su hermano reside un tiempo en París, y mientras aquel asiste a las enseñanzas del filósofo vitalista Bergson, Manuel conoce a Oscar Wilde, Rubén Dario – con quien comparte piso- y Amado Nervo. Traduce a Verlaine y se inicia en la poesía simbolista. Al volver a España , tras un viaje que iba a dejar en él una impronta inolvidable, Manuel contrae matrimonio y consigue una plaza en el cuerpo de Archivos y Bibliotecarios.  Es esta una bella sincronicidad ya que nuestra conferenciante, quien tanto le admira,  también secundo al poeta en profesión.

 

Manuel Machado está considerado por muchos como uno de los mejores poetas del siglo XX. Y las circunstancias políticas que atravesó hicieron que fuera silenciado por la izquierda y la derecha.

Con “Alma, museo y los cantares” de 1907, obtiene su primer gran reconocimiento como poeta. Publicando en las revistas “Electra “ y “Juventud”

 

 



 

LOS HERMANOS MACHADO

 

            En 1938 ingresa en la Real Academia Española. Y, consternado, en 1939 viaja a Colliure para visitar la tumba de su hermano Antonio y su madre. Y es que los hermanos se querían mucho aunque siguieran caminos poéticos diferentes.  A Manuel apenas le interesa la política, y pronto se desengaña del republicanismo. Los hermanos colaboraron en la escritura de diferentes obras teatrales como “La lola se va a los puertos” o “Las adelfas”.

            Su detención durante la Guerra Civil, le hace desencantarse aún más de aquella contienda y los intereses ideológicos que la movían.

 

 

 

 

CARÁCTER

 

Manuel es un hombre apasionado que siente la alegría de vivir la vida y su belleza.

A Manuel le gusta la noche, las mujeres, el mundo bohemio, los amigos, las copas. Algo por otra parte no infrecuente en muchos escritores de aquel tiempo

 

ESTILO

 

El estilo de Manuel Machado conjuga el Romanticismo con lo Parnasiano y el Simbolismo, sin apartarse de lo popular, y también explora los mundos del malditismo, el dandismo, lo decadente y la mujer fatal.

 

EL MODERNISMO

 

            Nuestro poeta puede encuadrarse en la corriente modernista, cuyo rasgo principal es la exaltación de la belleza, como revulsivo al pragmatismo originado en el siglo XIX y alentado por la Revolución Industrial.

            Es característico de la poesía modernista el cuidado por la perfección del lenguaje y la creación de mundos mágicos y lejanos.

 

            En pintura, la tierna camiseta de nuestro letraherido Manuel Gálvez, con una reproducción de “El beso” de Gustav Klimt, nos recuerda que este artista fue uno de sus máximos exponentes.

 

            Nada desdeñable fue la repercusión que el modernismo tuvo en la escultura. Y Mercedes nos muestra algunos bellos ángeles del escultor catalán Llimona:        

 



 El Angel Exterminador   Cementerio de Comillas    (Cantabria)              






Esculturas y ángel del cementerio de

                    Sóller (Mallorca) tierra de nuestro “actista”

                                                                                           

 

 

 

En Literatura, hay que destacar el poemario “Azul” de Rubén Darío, que podría considerarse el punto de partida de esta corriente, junto con “La amada inmóvil” de Amado Nervo y la poética del cubano José Martí.

            Tanto el amor como el erotismo y la sensualidad fueron temas muy recurrentes de la literatura modernista. Hay un desinterés por la política. El poeta tiene que ser un ciudadano del mundo.

            El ritmo y la musicalidad del lenguaje son esenciales          

 

  

 

 

 

ENCAJES

 

Alma son de mis cantares,
tus hechizos...
Besos, besos
a millares. Y en tus rizos,
besos, besos a millares.
¡Siempre amores! ¡Nunca amor!

Los placeres
van de prisa:
una risa
y otra risa,
y mil nombres de mujeres,
y mil hojas de jazmín
desgranadas
y ligeras...
Y son copas no apuradas,
y miradas
pasajeras,
que desfloran nada más.

Desnudeces,
hermosuras,
carne tibia y morbideces,
elegancias y locuras...

No me quieras, no me esperes...
¡No hay amor en los placeres!
¡No hay placer en el amor!

 

            Nos causa cierto estupor la conclusión final del poema especialmente en Casi , quien se reserva para otra ocasión un comentario seguro que discordante con el sentir del poeta.

 

            La evocación de tiempos lejanos y tiempos antiguos es característica del modernismo. Así como la creación de mundos de fantasía como queda manifiesto en el poema “Fantasía de Puck”

 

 

 

 

LA COPLA Y LO POPULAR

 

Lo popular se integra en la poesía de Manuel Machado como podemos apreciar en su poema “Retrato”

«Retrato»

Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed…
Lo demás, nada… Vida… Cosas… Lo que se sabe…
Calaveradas, amoríos… Nada grave,
Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía…
¿Vicios? Todos. Ninguno… Jugador, no lo he sido;
ni gozo lo ganado, ni siento lo perdido.
Bebo, por no negar mi tierra de Sevilla,
media docena de cañas de manzanilla.
Las mujeres… -sin ser un tenorio, ¡eso no!-,
tengo una que me quiere y otra a quien quiero yo.

Me acuso de no amar sino muy vagamente
una porción de cosas que encantan a la gente…
La agilidad, el tino, la gracia, la destreza,
más que la voluntad, la fuerza, la grandeza…
Mi elegancia es buscada, rebuscada. Prefiero,
a olor helénico y puro, lo «chic» y lo torero.
Un destello de sol y una risa oportuna
amo más que las languideces de la luna
Medio gitano y medio parisién -dice el vulgo-,
Con Montmartre y con la Macarena comulgo…
Y antes que un tal poeta, mi deseo primero
hubiera sido ser un buen banderillero.
Es tarde… Voy de prisa por la vida. Y mi risa
es alegre, aunque no niego que llevo prisa.

 

 

 

 

 

LA MELANCOLIA EN MANUEL MACHADO

 

            La melancolía en la poesía de Manuel Machado es un recurso estético y también una suerte de rebeldía de un amante de la vida ante la frustración de la misma al no poder alcanzar ese mundo ideal que se nos vislumbra a través de la poesía.  El melancólico es alguien que aspira a más y no lo consigue.  La melancolía es diferente a la tristeza. Antonio Machado sí era un poeta de carácter triste.

 

            En el silencio ya avanzado de la noche, cuando el día ya está completamente muerto Chema nos recita el poema Ars Moriendi:

 

ARS MORIENDI

I

Morir es... Una flor hay, en el sueño
que, al despertar, no está ya en nuestras manos—,
de aromas y colores imposibles...
Y un día sin aurora la cortamos.

II
.
Dichoso es el que olvida
el porqué del viaje
y, en la estrella, en la flor, en el celaje,
deja su alma prendida.

III

Y yo había dicho: «¡Vive!»
Es decir: ama y besa,
escucha, mira, toca,
embriágate y sueña...

Y ahora suspiro: «¡Muérete!»
Es decir: calla, ciega,
abstente, para, olvida,
resígnate... y espera.

IV

Era un agua que se secó,
un aroma que se esfumó,
una lumbre que se apagó...

Y ya es sólo la aridez,
la insipidez,
la hez...

V

La Vida se aparece como un sueño
en nuestra infancia... Luego despertamos
a verla, y caminamos
el encanto buscándole risueño
que primero soñamos;
... y, como no lo hallamos,
buscándolo seguimos,
hasta que para siempre nos dormimos.

VI

¡Y Ella viene siempre! Desde que nacemos,
su paso, lejano o próximo, huella
el mismo sendero por donde corremos
hasta dar con Ella.

VII

Lleno estoy de sospechas de verdades
que no me sirven ya para la vida,
pero que me preparan dulcemente
a bien morir...

VIII

Mi pensamiento, como un sol ardiente,
ha cegado mi espíritu y secado
mi corazón ...

IX

El cuerpo joven, pero el alma helada,
sé que voy a morir, porque no amo
ya nada.

 

 

 

            Pero el poso de profunda tristeza y desazón del poema no hace olvidar a los letraheridos que acabamos de entrar en el día 26 de junio y es el cumpleaños de Mercedes a quien cantamos, emocionados y afinados “Cumpleaños feliz”, sin olvidarnos de que “Es una chica excelente”

 

            Y es la vocación universal de los letraheridos la que ahora quiere abrirse paso allende los mares y llegar hasta Cuba para recordar al que fuera gran poeta modernista José Martí. Y es nuestro vate Chema Cotarelo,  cuya obra tanto ha arraigado en tierras sudamericanas quien nos recita el poema “Cultivo una rosa blanca”, no sin antes recordarnos que tuvo el privilegio de visitar la casa museo del poeta cubano

Cultivo una rosa blanca

 

Cultivo una rosa blanca
en julio como enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo una rosa blanca.

 

Y nos regala Chema con el origen de la palabra Guajira, que proviene de la abreviación de las inglesas “War Heroe” , al escribirse tal como se pronuncia.

Y ya que estamos en etimologías es ahora Antonio Tapia quien nos revela el origen de la palabra chumino, que proviene de que cuando los americanos desembarcaban en Cádiz las fulanas levantaban sus faldas atendiendo al deseo de los marines quienes les decían “Show me now”

 

 

 

OTROS ASUNTOS

 

Y ha llegado el momento de tratar cuestiones que desde hacía varias sesiones se habían quedado pendientes a pesar de ir arrastrándose en sucesivos órdenes del día. Y es que los letraheridos siempre muestran predilección por cuestiones literarias más que por las metaliterarias o paraliterarias.

 

CRONOGRAMA DE EXPOSICIONES

 

-          Miguel Hernández, a cargo de Casilda Jáspez, el día 15 de julio.

-          Poesía y Flamenco, a cargo de Antonio Tapia, en septiembre.

-          Poesía y Literatura en el mundo Sefardí, a cargo de Manuel Gálvez, fecha a determinar.

-          La epístola, a cargo de Manuela Padial, fecha a determinar

-          La primitiva lírica en castellano, a cargo de José Tomás Liñán, fecha a determinar.

 

 

ANTOLOGIA PARA JUBILADOS DEL HOSPITAL

 

La Antología que los letraheridos elaboraron para ser entregada en el acto de homenaje a los jubilados, está pendiente de publicar

 

 

ANTOLOGIA SOLIDARIA.

 

Hasta los primeros días de septiembre se encuentra el plazo abierto para que los letraheridos presenten sus textos con una extensión máxima de 10 páginas. La citada antología podría ser presentada en la feria del libro del mes de octubre

 

 

PROYECCION DEL GRUPO EN EL ESPACIO LITERARIO EXTERIOR

 

Se destaca la importancia del nombre, teniendo en cuenta que la proyección tiene que trascender el ámbito del propio hospital en el que se ha originado el grupo, para así darnos a conocer.

 

Interviene Paco Luque quien de cara a esa proyección señala que es importante:

 

-          El blog de los letraheridos del hospital. Recientemente creado.

-          Un sello o logotipo del grupo.

-          Poder aparecer en wikipedia.

-          Estar presentes en los actos de homenaje a los jubilados del hospital.

-          Presentación como grupo literario en Ayuntamiento y Colegio de Médicos.

-          Presencia en la feria del libro.

 

En sintonía con las propuestas de Paco Luque, Manuel Gálvez señala que también podrían llevarse a cabo reuniones en sitios públicos como “La Karmita”, “Café Bohemía”, “La Tertulia”.

 

            Mercedes señala que podemos editar en “Cuadernos del Castor” aunque no cuenta con distribución.

 

 

La mujercita Pity:

Nuestra querida Pity, nos ha enviado un audio en el que nos expresa su imposibilidad de haber podido asistir, y nos dice que nos echa de menos. Desde aquí también la recordamos con cariño.

 

 

Y con muchos más asuntos por tratar y páginas por escribir, se levanta la sesión pasada la medianoche.

 

 

 



 

 

Bajo las glicinias de Mercedes, en la noche de Manuel Machado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ADENDA

 

ENTREVISTA IMAGINARIA CON D. MANUEL MACHADO.

 

            El actista tiene mucho interés en poder conversar con el poeta sobre la vida, la muerte, la belleza, la melancolía.

            En cuanto el poeta le conceda una cita es posible que pueda transcribirla en este lugar.

 

            Al poco tiempo de dejar escrita esta idea, tiene conocimiento de una obra de teatro basada en un encuentro entre los hermanos, noticia que transcribo a continuación :

 

 

‘Los hermanos Machado’, versión teatral de un imposible encuentro

Antonio ya muerto y Manuel todavía en vida entablarán cara a cara una dramática pugna dialéctica, un angustioso debate derivado de sus respectivas opciones en el conflicto civil que acababa de vivir España

Rogelio ReyesActualizado:01/08/2021 08:21h

Aquel 18 de julio de 1936 Manuel Machado no pudo ya tomar el tren de vuelta a Madrid. Junto con su esposa Eulalia Cáceres celebraba en Burgos el santo de su cuñada, monja de las Esclavas del Sagrado Corazón en un convento de la ciudad castellana, un enclave dominado desde el primer momento por los sublevados y centro de las primeras decisiones políticas del nuevo régimen en ciernes. Detenido y amenazado por su conocida filiación liberal y republicana, sólo la rendición de su pluma a la nueva causa le libraría sin duda de posibles males mayores. Sus colaboraciones en la prensa nacional, sus elogios poéticos a Franco, a Mola y a José Antonio y su aceptación en 1938 de una……

 

 

 

 

 


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