EL ABRAZO (Microrrelato)

 Recuerdo que aquella tarde del mes de Enero llovía cuando salí del hospital sobre las veinte horas. Había quedado con el Dr. Torres que estaba de guardia para ver los resultados de la biopsia. Tal vez la lluvia suavizo el impacto de la noticia sobre mí, la lluvia presente en muchos momentos importantes de mi vida, tal vez esa mañana del mes de Noviembre en la que llegué a este mundo también llovía. Siempre me había gustado la lluvia, ambas compartíamos un halo melancólico que nos envolvía. Los días de lluvia evocaban en mí un anhelo de plenitud que me reconfortaba. El olor a tierra mojada de la lluvia de ayer, a tierra fértil, a tierra pura. El chapoteo sobre los charcos, el sonido al caer sobre las hojas de las palmeras, o al resbalar por los tejados, y sobre todo me gustaba oírla mientras envuelta entre las sabanas me sentía a salvo. Ese día cuando note caer sobre mí la lluvia también me sentí a salvo, retorne a ese lugar de mi infancia.                                                

 Me dirigí a una cabina de teléfonos, llamé a mi amiga Loli

  _ ! ¡Hola Loli me acaban de dar una mala noticia!

Ella me dijo que fuese para su casa, que me esperaba allí. Al llegar toque al portero electrónico y de inmediato vibró la puerta a la que yo empuje para abrirme paso. Me dispuse a subir las escaleras hacia el cuarto piso del edificio en el que vivía y mientras yo subía ella bajaba, y al encontrarnos nos fundimos en un abrazo.

                                                                       

   Casilda J D