Tertulia Escritores Letraheridos del Hospital Acta 04/2021
TERTULIA LITERARIA
DE LOS
ESCRITORES LETRAHERIDOS DEL HOSPITAL
Tertulia
Escritores Letraheridos del Hospital Acta 04/2021
ACTA DE LA SESION 04/21
28-5-2021
CONTERTULIOS
José María Cotarelo Asturias
(Poeta)
(Autor de “La Nieve y las campanas”)
Javier Castejón Casado
(Narrador-Ensayista)
(Autor de “Las tres puertas”)
Fernando Mesquida Garrido
(Narrador)
(Autor de “Luces de Bengala. Un
voluntario en el corazón de India)
Mercedes Rodríguez del Castillo
Martín
(Narradora)
(Autora de “Los Amados Robados”)
Antonio J. Tapia Gómez
(Narrador)
(Autor de “Los Gatos de Estambul)”
Casilda Jáspez Diéguez
(Poeta)
(Autora de “Retazos de una vida
cualquiera”
colección de microrelatos)
Piedad Santiago Fernández
(Narradora)
(Autora de “Cuando habla el alma”)
Manuel Peña Taveras
(Poeta)
José Tomás Liñán
(Narrador)
Manuela Padial Sánchez
(Poeta y narradora)
(Autora de "Mariposas", galardonado con el 2º
premio en el XXIII Certamen Literario de Declaraciones de Amor)
Siendo las
15:00 horas, del día 28 de mayo de 2021,
se reúnen los escritores arriba citados en la cafetería de los paseíllos
universitarios para tratar el siguiente
orden del día:
1.- Louisa M.
Alcott y “Mujercitas” a cargo de Piedad Santiago.
2.- Nombre del grupo y logo.
3.- Blog de nuestro grupo. Informe de Francisco Luque.
4.- Antología solidaria.
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La tarde de mayo, más tibia que
fresca, de aquel año 2021, cuando ya la primavera había sazonado la tierra y
los corazones, y un tiempo nuevo se abría paso entre los recuerdos de muerte y de
final que nos trajo la pandemia, los letraheridos abrieron sus brazos con renovada
ilusión a la corriente de la vida que tiraba de ellos con más fuerza que el
poso de las emociones que de aquel
tiempo para el olvido, aún quedaban en el alma de algunos.
Y aquella tarde de mayo, más tibia
que fresca, la hermandad de letraheridos entonó su canto ¡Oh Salve Estrella de los Cielos! Que nos sigue
iluminando cuando nuestros corazones vuelven a abrazarse para celebrar la vida
a través de historias que nos serán contadas. Porque en el día de hoy una
letraherida nos traerá la magia de un tiempo pasado, cuando la guerra de
Secesión americana hacía bramar de sangre pero también de esperanzas y ansias
de progreso espiritual aquella tierra de Nueva Inglaterra, donde las
protagonistas de la historia luchaban por engrandecer su alma en el calor de un
hogar y entre el flujo de los sentimientos y pasiones humanas. Pero no
adelantemos acontecimientos, sírvannos estas líneas para preparar nuestro
espíritu en el viaje del tiempo al que nos invitara nuestra gran Pity, la
polifacética escritora Piedad Santiago, quien sabe si convertida, por magia
literaria, en trasunto de alguno de sus personajes.
Antes de que la gran historia de la
tarde nos fuera revelada, los letraheridos tuvieron la dicha de comer juntos y
abrazarse con otras insólitas historias que se abrían paso entre la carta de
platos que iban a degustar.
Casi, ya por poco se está ya poniendo
el mundo por montera y nos sorprende con su alegre último modelo de mascarilla
con collar de vivos y bellos colores a tono con el ambiente. Originalísima.
Otra letraherida, entre flores malva
y verde, se decanta por el pulpo, al ser animal inteligente. Y nos cuenta que
nació un mes de “junio cuando el sol lucía como nunca”. Le seguimos la
corriente y de pulpo hacemos buena encomienda, junto con otras culinarias
delicias.
LOS LETRAHERIDOS Y LAS ESTRELLAS
Ya fuera por un hado travieso o
porque el azar así lo quiso, o porque sencillamente la letraherida Mercedes nos
había dicho que había nacido en el mes de junio, los letraheridos se despachan
a gusto con las estrellas, saben que son polvo de éstas y que hubo un tiempo en
que la tradición se amparaba en ellas para hacer vaticinios y que sigue
habiendo astrólogos y cartas astrales, horóscopos y también fe ciega en estas
creencias.
Sea como fuere, los letraheridos se
reconocen en su identidad estelar, en la constelación que reinaba el día de su
nacimiento y comprobamos que predominan en la mesa los lunáticos cangrejos,
seguidos por los “camaleónicos” y curiosos Géminis, los míticos gemelos Cástor
y Pólux, y después los Aries y
Sagitario. Dos letraheridos son Géminis, como Lorca, y una letraherida ha
nacido en el mismo mes que el gran poeta, y al caer en ello, parece que comenzamos a creer más en los horóscopos o les damos una última
oportunidad.
Los horóscopos y la fe en ellos, los
horóscopos y sus generalizaciones banales sobre como ligar. Pero una cosa ha de
ser la astrología de revista y otra cosa la basada en castras astrales. Porque
José Tomás nos recuerda que una tradición tan centenaria ha de merecer algún
respeto. Y razón ha de llevar. Mal que
les pese a los epistemólogos que han emprendido una cruzada contra las
pseudociencias. Pero siempre nos quedará su poesía, la belleza del cielo de
Salamanca, cuando aún seguía vigente la concepción Ptoloméica del universo, y
el recuerdo de un tiempo en que el hombre estaba más atento a los fenómenos
celestiales, y también nos quedará nuestra sorpresa ante las curiosas
sincronicidades que a veces se establecen entre los rasgos de nuestro carácter
y los que nos define o determina el horóscopo.
El bello cielo de Salamanca, con los
signos astrales, decorando el techo de la Biblioteca de la Universidad.
Los profetas siempre miraron al
cielo. Y nuestro profeta y camarero llamado Samuel, “Samu”, llega con emergente
presteza a nuestra mesa para augurarnos que nos chuparemos los dedos con los
platos de la carta celestial si somos buenos. Y bien que acierta de pleno aún
sin contar con horóscopos o estrellas.
La galvana es una pereza
especialmente producida por el calor. Y en la ciudad de Granada ya comienza a
campar a sus anchas, pero no puede con los espíritus de los letraheridos, más dispuestos a convidarla a su
mesa para que así espabile con las animadas conversaciones.
EL VIAJE AL MUNDO DE LOS ESPIRITUS DE LOS LETRAHERIDOS
Hace más
de dos siglos Mary Shelley y otros escritores románticos se reunían al abrigo
de la noche y alumbraron historias que han quedado como obras maestras de la
literatura gótica. No sabemos de lo que los letraheridos serían capaces de
contar y narrar bajo una noche de luna llena, porque cuando el sol hacía poco
que había dejado su cenit, comenzaron a hablar de cementerios. Mercedes nos cuenta que en París ha visitado el panteón del
espiritista Allan Kardec, autor de “El libro de los espíritus” y convencido de
la existencia de almas desencarnadas con las que era posible comunicarse
Allan Kardec y su panteón en el
cementerio de París
“Los espíritus anuncian que los
tiempos designados por la providencia para una manifestación universal han
llegado ya, y que siendo ministros de Dios y agentes de su voluntad, su misión
es la de instruir e ilustrar a los hombres, abriendo una nueva era a la
regeneración de la humanidad. Este libro es la recopilación de su enseñanza.”
Allan Kardec
“Los espíritus, siendo simplemente
las almas de los hombres, no tienen ni conocimiento supremo ni sabiduría
suprema; que su inteligencia depende del progreso que hayan hecho y que su
opinión no es más que una opinión personal. [...] No se debe dar ciegamente
crédito a todo lo que dicen los espíritus.”
Allan Kardec
Los espiritistas y sus acólitos
siguen poblando el mundo actual, junto a echadores de cartas y prácticas de
huija. Los letraheridos refieren al respecto algunas anécdotas y se adentran
por los pantanosos terrenos de la fe aún a riesgo de salir trasquilados. Es
este un asunto en el que cada uno puede tener sus dioses y creencias. Algunos,
como buenos románticos, tendrán a la Belleza como su Dios, otros la Ciencia.
El caso
es que uno se siente intelectualmente desprotegido en el abordaje de de tan
poliédrico asunto. Según el protocolo social establecido para las comidas, está
vetado hablar de religión y de política. Por algo será.
¿Pero cuál
ha de ser el mejor abordaje para que los letraheridos no nos quedemos con la
cabeza caliente y los pies frios en lo tocante a cuestiones metafísicas? ¿Desde
la razón, o desde el sentimiento?
Sin la
pretensión de querer entrar en muchas honduras y no vulnerar el protocolo
social, quizás una buena idea para zanjar dignamente la cuestión por el momento
y que no se nos indigeste la comida, sea referirnos a los estudios clásicos que
sobre este tema se han planteado desde la Psicología de la Religión -que en
todo se entromete la Psicología- y hacer honor a uno de los padres de esta
disciplina, el psicólogo estadounidense William James, hermano de nuestro
colega el escritor Henry James.
Su obra
“Variedades de la experiencia religiosa” no se estructura a través de un
discurso filosófico, basado en silogismos que pudieran llevarnos a un callejón
sin salida, sino que basa su amplio estudio en los diferentes estados de
conciencia que provoca la religión en el ser humano y de cómo éstos pueden
suponer importantes claves para la comprensión y aceptación de uno mismo en el
mundo.
William James y su obra precursora de
la disciplina Psicología Religiosa
Pero los letraheridos no podían
quedarse desasistidos entre la luz y las tinieblas y dejarlo todo a la creencia
personal. Les caracteriza el rigor y su capacidad de llegar a la raíz profunda
de todo, su necesidad por explicar y comprender desde las causas primeras, como
nos manifiesta Manu Peña.
A lo
largo de su historia, el hombre se ha hecho preguntas que se van repitiendo. En
lo tocante al espiritismo éste ha sido tratado por autores desde diferentes
perspectivas. Estudiado en profundidad por mentes privilegiadas, libres de
cualquier sospecha e intereses espúreos que pudieran equivocar su juicio. Diseccionando
este fenómeno con la agudeza y capacidad analítica del entomólogo o anatómico.
Tal ha sido el caso del gran Carl Gustav Jung.
Y ya
fuera por el embrujo de la mañana de mayo, el interés de los letraheridos y la
necesidad de llegar a buen puerto en tan delicada materia, se produce el
milagro y llega a nuestra mesa el mismo espíritu de C.G. Jung para salir a nuestro auxilio e iluminarnos en la
conformación de una opinión y juicio al menos razonable sobre la materia.
Y nos regala, para tranquilidad de
nuestros espíritus sus conclusiones y preclaras apreciaciones, recogidos en su
libro “La vida simbólica”:
“Los
espíritus son ante todo fenómenos psíquicos que tienen su fundamento en lo
inconsciente. En todo caso, los “invisibles” que son la fuente de información
de este libro son personificaciones sombrías de contenidos inconscientes, en
conformidad con la regla de que las partes activadas de lo inconsciente adoptan
carácter de personalidad cuando se hacen notar a la percepción consciente”
“Al
parecer, Kant seguirá teniendo razón durante mucho tiempo tras haber escrito
hace ya casi doscientes años “Y así, las historias de este tipo siempre tendrán
solo creyentes secretos, pero en público serán rechazadas por la moda imperante
de la incredulidad.” El propio Kant se reserva su juicio con estas palabras:
“Esta misma ignorancia hace que no me
atreva a negarles del todo verdad a las diversas historias sobre espíritus, sin
embargo con la reserva, habitual pero singular, de poner en duda cada una de
ellas, otorgándoles no obstante cierto crédito a todas tomadas en
conjunto”. Estaría muy bien que muchos
de los que tienen prejuicios tomaran nota de esta sabia actitud de un gran
pensador.”
“El
racionalismo es el complemento de la superstición. De acuerdo con una regla
psicológica, con la luz se fortalece la sombra, es decir, cuanto más
racionalista se cree la consciencia, más vivo está el mundo espectral de lo
inconsciente”
Y agradecemos al gran maestro Jung la
luz de sus palabras.
Para quienes quieran adentrarse en el
estudio de estos fenómenos desde parámetros muy diferentes al de los médiums y
las mesas giratorias y huijas, contamos en la actualidad con un cada vez más
fecundo y prometedor campo de estudio promovido por representantes de la
medicina, como sería el caso de del psiquiatra Brian Weiss o el cardiólogo Pin
Van Lonel, quien en su libro “Conciencia más allá de la vida” efectúa un
riguroso planteamiento a partir de la experiencia de un paciente intervenido
del corazón. Estoy seguro de que si invitáramos a nuestra mesa a este
científico nos abriría nuestras mentes a nuevos horizontes, al ser un
profesional de la medicina y ser un interlocutor ideal para los más escépticos
profesionales de la medicina .
Pero ahítos ya de lo etéreo los
letraheridos vuelven a temas más mundanos.
José Tomás se refiere, en tono casi bíblico a que el
primer pecado fue el de la soberbia. Y Casi nos aclara que la envidia consiste
en no querer ver al otro completo. Se trata de una tristeza por el bien ajeno y
una alegría por el mal ajeno. Muy interesante apreciación para entender la
dinámica de tan destructora emoción.
LA FELICIDAD Y LOS LETRAHERIDOS
Alguien nos recuerda la sentencia de
Tácito según la que está en la naturaleza de los hombres odiar a quien nos ha
ofendido. Sea como fuere, con la sentencia de O´neill : “Siempre en algún lugar
habrá un perro perdido que me impedirá ser feliz” da un giro a la tertulia para llevarnos a
otro tema harto controvertido, el de la felicidad, asunto tan excesivamente
trillado y quizás distorsionado por los libros de autoayuda, según el sentir
general de los letraheridos. Aunque alguien refiere que desde la propia
bibliografía de este tema ya existen revulsivos o antídotos a esta corriente, tal
es el caso de “La trampa de la felicidad”.
Ya fuera por la brisa de primavera o
la floreciente y fecunda compañía, Casi nos dice que se le ha abierto el
apetito, por lo que puede concluirse que nada como el estar a gusto para comer
bien. Y brinda por todos. Un ejemplo que
nos sale al paso de mujer feliz
“Mas Platón y menos Prozac” es otro
de los libros citados en una línea desmitificadora de los psicofármacos, las
drogas de la felicidad y otras autoayudas. La vuelta a Grecia, al pensamiento
racional. Y quien esto escribe, mientras escuchaba, recordaba que es la propia
psicología cognitiva la que reconoce nutrirse de la filosofía estoica. Nada
nuevo hay bajo el sol y a los letraheridos no les cabe más que constatarlo.
La felicidad se nos presenta como la
piel de un escurridizo pez de colores que no se deja coger. Y esto nos lleva al
fondo abisal del escepticismo y relativismo. Alguien intenta reflotar citando
que existen escalas de la felicidad y que ha sido precisamente un monje budista
quien ha puntuado más alto en ellas. Pero la elaboración de estas escalas
depende la idea o noción de la felicidad de la que se parta , comenta el
profesor Castejón, muy agudamente, y
siempre imbatible.
Y para llevar las cosas al fáctico
terreno de la Medicina que él practica y enseña se le contesta en su propio
terreno de juego. Señalándole que las medicinas de la felicidad tienen su
correlato neuroanatómico, según han puesto de manifiesto las imágenes de
resonancia magnética nuclear de neurocientíficos como Richard Davidson. La
estimulación del lóbulo prefontal izquierdo está asociada a emociones
positivas. Y ésta estimulación se alcanza mediante los estados meditativos que
los monjes budistas dominan a la perfección.
¿Y puede esta constatación neuroanatómica de la
felicidad llevada al terreno de lo fáctico y empírico ser rebatida? Ninguno de
los contertulios se pronuncia, ni siquiera el profesor Castejón parece por el
momento encontrar argumentos a partir de su sin par habilidad dialéctica. Pero todo se
andará. Y eso está bien. Nunca hay que
agotar el discurso.
(Al final de esta acta se incluye una
interesante adenda sobre la materia en cuestión).
José Tomas proclama que somos seres
incompletos y razón no le falta. De hecho Platón en su diálogo El Banquete o el
amor, se refiere al mito de los seres hermafroditas que fueron en el origen
separados y que por este motivo la fuerza del amor les impele a completarse
nuevamente.
Es Mercedes quien ahora interviene
para recordarnos la obra del filósofo Julián Marías, “La felicidad humana”, de
la que tomamos muy buena nota, porque el abordaje de tan compleja materia ha de
ser multidisciplinar, no solo neuroanatómico.
Y ya fuera porque la felicidad suele
estar asociada al amor o porque un duende travieso y muy oportuno ha inspirado
al profesor Castejón, éste se acuerda ahora de una obra olvidada de Ramón J.
Sender, “Tres ejemplos de amor y una teoría”. Y se abre ante nosotros el
horizonte sin fin de un tema bello y sugerente como pocos, pero sobre el que
nos cabe ir solo de puntillas dada la escasez de tiempo. No obstante Casi nos
auxilia muy oportunamente para ayudarnos en una primera aproximación “La
pulsión no tiene objeto”, proclama. Y es cierto, si lo pensamos proyectamos
nuestras pulsiones y deseos sobre una multiplicidad de objetos animados o inanimados.
Podemos amar ciudades, personas, cuadros, flores, animales….
Y el amor se asocia a la pasión y la
pasión a sexualidad y ésta a genitalidad, cuando en realidad tenemos mucho que
aprender aún en el olvidado terreno de la sensualidad en el que el hinduismo,
con el Tantra Yoga, tiene tanto que enseñarnos.
1.- Louisa M. Alcott y “Mujercitas” a cargo de
Piedad Santiago.
Pero se acerca la hora del té, ritual
que sería preservado por aquellos primeros colonos ingleses que arribaron a Nueva
Inglaterra y de los que descendía la escritora de la que se tratará a
continuación. Colonos que marcharon en busca de una nueva vida llevándose con
ellos toda una cultura y una herencia espiritual de su Inglaterra natal. Y en
esta hora del té se concitan todos los elementos para que la curiosidad de los
letraheridos que han asistido a la cita de hoy para conocer el mundo de la
escritora Lousa May Alcott sea recompensada, porque alrededor de la arboleda a cuya sombra se han
protegido del sol, brota una anchurosa pradera como la de las tierras que circundan Massachussets y
Plunfield en Nueva Inglaterra, para recibir a alguien muy especial.
Y aquellos que fueron incrédulos con el mundo
de los espíritus del que tanto hablamos en nuestro ágape tendrán que darse una
nueva oportunidad, ya que a continuación será la bella quintaesencia de un
espíritu quien nos visitará.
Es cuando a lo lejos vemos aparecer con aire dulce y
despistado a una mujercita que se acerca a la arboleda en la que nos
encontramos, con un bonito vestido de encajes blanco y rosa. Una mujercita, la
mujercita Meg o la mujercita Josephine,
o Beth o Amy, o quizás la quintaesencia de todas ellas y a quien Louise May
Alcott ha dado permiso para ausentarse por unas horas de la novela y contarnos de primera mano la historia de un mundo en el
que los valores del progreso espiritual del ser humano prevalecen por encima de todas las cosas.
Y este mujercita nos recuerda en sus
gestos, actitudes y fisonomía a nuestra Letraherida Pity, ausente durante
nuestro ágape, y es que el espíritu de los personajes de la novela
han de haberse reencarnado en nuestra letraherida.
La mujercita bellamente encarnada en
Pity y vestida de blanco y rosa visita a
los Letraheridos
Llega cantando alegremente “la, la,la…..”
. Feliz de poder hablarnos de su vida en la lejana Norteamérica de la Guerra de
Secesión y de una novela que refleja magistralmente aquel tiempo, además del
carácter y la vida de sus protagonistas. Es ella quien nos anuncia que su presentación se desarrollará en la siguientes
partes:
1.- Biografía de la autora.
2.- Nacimiento de la obra.
3. “Mujercitas “ en el cine
Manos de mujercita en actitud de
lectora de “El progreso del peregrino”
1.- Biografía de la autora.
Louisa M. Alcott
Louisa M. Alcott nace en noviembre de
1832, en el seno de una familia de ideas muy avanzadas para su época y es la
segunda de cuatro hermanas. El padre de Louisa profesa en la corriente del
“Trascendentalismo”, y como profesor imparte una enseñanza muy democrática,
siendo autor del libro “Conversaciones con los escolares”. La admisión de una
niña negra en el colegio le supuso el origen de su ruina. Estuvo también
vinculado a “Fruitland” una comuna vegetariana.
Louisa M.
Alcott es una niña rebelde y de carácter difícil y endiablado que quería
ostentar un rol masculino en sus actividades. Su personalidad oscilaba entre la
melancolía y la manía.
Las
hermanas de “Mujercitas”, son un reflejo de sus propias hermanas. Su hermana
mayor se vería reflejada en el personaje de Meg. Su hermana Abigail equivaldría a Emy. Su hermana Elisabeth muere de escarlatina.
Louisa
tiene una vida muy abnegada, cuidando de su familia y un sobrino, lo que la
convirtió en una mujer amargada. El cloruro de mercurio que tuvo que tomar para
combatir las fiebres tifoideas dejaron en ella serias secuelas. Pero a lo largo
de toda su vida Louisa nunca dejó de escribir. En arrebatos de desesperación
llegó a decir que “ojalá un terremoto se trague a Plunfield y nadie pueda
encontrarlo”.
No estaba
satisfecha con la respuesta de los lectores y tampoco ejercía para ella ningún
atractivo el género de las denominadas “Sensational novels”, pero gracias a
ellas ganaba dinero.
Louisa
escribió de manera incansable hasta acabar rendida. Especialmente literatura
infantil y juvenil. A la primera y segunda parte de “Mujercitas” le seguiría “Hombrecitos”
y “Los cuentos de la tía Jo”
2.- Nacimiento de la obra.
“Mujercitas” es una novela muy ligada
a la vida de su autora y fue por vez primera publicada el 30 de septiembre de
1868, justo 95 años antes de que Pity naciera.
La obra surge a petición del editor,
con la idea de dar un sentido moral a cada uno de los capítulos, teniendo en
cuenta una obra clásica de la espiritualidad anglosajona titulada “El progreso del
peregrino”. Cuenta la vida de una familia rica pero que ha venido a menos, en
la que cada una de las hermanas tiene que vencer el defecto o pecado que les
impide ser perfectas.
Así por ejemplo, Amy pasa por el valle
de la humillación y se enfrenta a la feria de las vanidades.
Nuestra mujercita nos va comentando
los hitos más importantes del argumento de la novela. Con claras influencias de
Dickens, teniendo en cuenta la creación del “Club Pickwick” una suerte de
periódico elaborado por las hermanas en memoria del gran escritor.
La mayor de las hermanas Josephine
March –Jo- es con quien se identifica la escritora.
El editor de Louise le propone que la
obra concluya con la boda de Josephine y Laurie, lo que disgusta enormemente a
Louise quien era una abolicionista y sufragista, aunque finalmente tenga que
aceptarlo.
“Mujercitas” merece pasar a la historia por
sus frases y apreciaciones sobre la caridad, el humor, la belleza, la empatía y
el feminismo
3. “Mujercitas “ en el cine
Se trata de una de las novelas que
han sido más versionadas en el séptimo arte. Existiendo un total de 8
películas. La primera de ellas de 1918, muda, es una co-producción inglesa y
estadounidense.
La
versión de George Cukor de 1933, es excelente, con Katherine Hepburn en el
papel de Josephine, en una interpretación que eclipsa por completo a las demás.
Uno de los errores está en el reparto elegido: las actrices de esta versión son
excesivamente mayores para representar a las hermanas Marcha descritas por
Louise. El film de George Cukor obtuvo el óscar al mejor guión adaptado.
Mujercitas , dirigida por George
Cukor, 1933
La
versión de 1949 es la favorita de Pity, dirigida por Mervin LeRoy y
protagonizada por June Allyson en el papel de Josephine , Liz Taylor en el de Amy,
Margaret O´Brien en el de Beth y Janet Leihg en el de Meg.
Lo peor
de este film, sin embargo, es que el personaje de Laurie está interpretado por
Peter Lawford cuyas hechuras de guapo galán no encajan con el personaje de
Laurie.
De la
versión de 1999, nuestra experta nos destaca únicamente la música del film, ya
que se trata de una mala versión, con personajes insulsos.
En la
reciente versión del año 2019, la actriz que interpreta a Josephine no tiene la
suficiente fuerza dramática que requiere el personaje. Aunque el personaje de
Laurie está muy logrado. Se trata de una versión muy fiel a la novela y refleja
muy bien el feminismo inherente a ella.
Y con la magistral exposición de la
mujercita salida de la novela los letraheridos nos sentimos muy afortunados al
haber podido asistir al conocimiento de “Mujercitas” y su mundo de la mano de
uno de sus personajes.
Propuesta de próximas sesiones:
-
Manuel Machado a cargo de Mercedes
Rodríguez del Castillo.
-
Poesía y Flamenco a cargo de Antonio
Tapia.
-
Miguel Hernández, a cargo de Casilda
Jáspez y acompañamiento de guitarra.
-
La lírica primitiva en el castellano,
a cargo de José Tomás Liñán
(Han quedado pendientes los puntos 2º, 3º y 4º del orden
del día de hoy)
Frase del
día: “La política es la muerte de la
palabra” (Javier Castejón)
Y con muchos más asuntos por tratar y páginas por
escribir, se levanta la sesión a las siete de la tarde.
Y los letraheridos
despedimos finalmente a nuestra querida
y admirada mujercita antes de que vuelva a las páginas de la novela.
ADENDA
ACTA 4/21
La felicidad se puede aprender y entrenar
Richard
J. Davidson es profesor de investigación de Psicología y
Psiquiatría e investiga en la rama de la neurología denominada
neuroplasticidad, buscando las raíces de la compasión, el altruismo y
relaciones humanas pacíficas.
Davidson está popularizando la idea de que se
puede aprender felicidad y compasión como habilidades, igual que se aprende a
tocar un instrumento musical, o entrenar en golf o tenis. La
felicidad, como cualquier habilidad, requiere práctica y tiempo,
porque se sabe que el
cerebro está diseñado para cambiar en respuesta al entrenamiento mental,
por tanto es posible entrenar la mente para ser feliz.
La neuroplasticidad es un término que se
utiliza para describir la capacidad del cerebro de adaptación y
cambio en respuesta a la experiencia. Hay muchos mecanismos
diferentes de neuroplasticidad que van desde el crecimiento
de nuevas conexiones a la creación de nuevas neuronas. Cuando el marco
de la neuroplasticidad se aplica a la meditación, se sugiere que el entrenamiento
mental de la meditación fundamentalmente no es diferente de otras formas de
adquisición de habilidades que pueden inducir cambios plásticos en el cerebro.
Director del Laboratorio Waisman para imagen del
cerebro y el comportamiento, del Laboratorio de Neurociencia Afectiva, del
Centro de Investigación de las Mentes Saludables y del centro Waisman de la
Universidad de Wisconsin-Madison, tiene publicados más de 250 artículos, y 13
libros, siendo reconocido su trabajo con numerosos premios, incluyendo el
Instituto Nacional de Salud Mental Investigación en Salud Scientist Award, un
premio al mérito del NIMH, Premio de la Alianza Nacional para la Investigación
en Esquizofrenia y Trastornos afectivos (NARSAD), Premio al Investigador
Distinguido de NARSAD, los William James Fellow Award de la American
Psychological Society, y el Premio Hilldale de la Universidad de
Wisconsin-Madison, en el año 2000 ganó el Premio a la Contribución Científica
Distinguida, por su destacada trayectoria de la Asociación Americana de
Psicología, en 2003 fue elegido miembro de la Academia Americana de Artes y
Ciencias. En 2006 también fue galardonado con el primer premio de Mani Bhaumik
por UCLA para avanzar en la comprensión del cerebro y la mente consciente en la
curación y la revista Time nombró doctor Davidson una de las 100 personas más
influyentes del mundo. Y en 2011, se le dio el Premio Paul D. MacLean a la
Mejor Investigación de Neurociencia de Medicina Psicosomática
Neuroplasticidad y Meditación
Investigación
La investigación de Davidson se centra
ampliamente en las bases neuronales de la emoción y el estilo emocional, así
como en los métodos para promover el florecimiento humano, incluida la
meditación y las prácticas contemplativas relacionadas. Sus estudios se han
centrado en personas a lo largo de la vida, desde el nacimiento hasta la vejez.
Además, ha realizado estudios con personas con trastornos emocionales como
trastornos del estado de ánimo y ansiedad y autismo, así como con practicantes
de meditación expertos con decenas de miles de horas de experiencia. Su
investigación utiliza una amplia gama de métodos que incluyen diferentes
variedades de resonancia magnética, tomografía por emisión de positrones,
electroencefalografía y métodos genéticos y epigenéticos modernos.
Richard Davidson está popularizando la idea de
que, basándose en lo que se sabe sobre la plasticidad del cerebro, neuroplasticidad,
que uno puede aprender la felicidad y la compasión como habilidades de la misma
manera que se aprende a tocar un instrumento musical, o entrenar en golf o
tenis.[7]
La felicidad, como cualquier habilidad, requiere práctica y tiempo, pero debido
a que uno sabe que el cerebro está construido para cambiar en respuesta al
entrenamiento mental, es posible entrenar una mente para ser feliz.[7]
Davidson aboga por un diagnóstico de depresión
clínica con la ayuda de estilo emocional. Describe el estilo emocional
como un conjunto de continuos en el que algunas personas caen en un extremo del
continuo mientras que otras caen en algún punto intermedio. La depresión
clínica se manifiesta como extremos en las dimensiones de la perspectiva y la
resiliencia, donde los afectados tienen una perspectiva más negativa y tardan
más en recuperarse de la adversidad.[8]
Richard Davidson y sus colaboradores han
utilizado monos rhesus como modelos de neurofisiología humana y
respuesta emocional desde 1992 cuando él y sus compañeros investigadores de la
Universidad de Washington, Ned H. Kalin y Steven E. Shelton publicaron “Efectos
lateralizados de diazepam sobre las asimetrías eléctricas del cerebro frontal
en los monos rhesus ".[9]En
2004, el mismo grupo publicó más resultados sobre el papel del núcleo central
de la amígdala en la mediación del miedo y la ansiedad en los primates.[10]
En 2007, los doctores Kalin, Shelton & Davidson informaron que las lesiones
experimentales de la corteza orbitofrontal de los monos rhesus adolescentes
dieron como resultado "una congelación inducida por amenazas
significativamente menor y respuestas de miedo marginalmente reducidas a una
serpiente".[11]
El trabajo del Dr. Davidson con sujetos humanos
ha atraído la atención de la prensa científica y popular, y ha sido cubierto
por Científico americano[12]
y Los New York Times.[13]
Investiga con el Dalai
Lama
Davidson ha sido un viejo amigo de la 14
° Dalai Lama, y parte de su trabajo implica la investigación sobre el
cerebro en lo que se refiere a meditación.[7]
Davidson ha mantenido durante mucho tiempo su propia práctica diaria de
meditación y continúa comunicándose regularmente con el Dalai Lama.
Esta conexión ha causado controversia, algunos
científicos critican a Davidson por estar demasiado cerca de alguien interesado
en el resultado de su investigación y otros afirman que representa una mezcla
inapropiada de fe y ciencia. Cuando invitó al Dalai Lama a participar en el
programa "Neurociencia y Sociedad" de la reunión de la Sociedad de
Neurociencias en 2005, más de 500 investigadores firmaron una petición de
protesta.[14][15]
Algunos de los peticionarios eran investigadores chinos, que pueden estar en
desacuerdo políticamente con la postura del Dalai Lama sobre el Tíbet.[14]
La controversia disminuyó rápidamente después de que la mayoría de los
científicos que asistieron a la charla lo consideraron apropiado.[16]
Querido Fernando, cada acta se supera a si misma, convirtiéndose en verdaderas obras de arte. No solo cuentas sino que además te adentras con tu gran capacidad no solo de ver y observar, sino también de mirar, mirar mas allá, de ahondar y empatizar, algo que te fluye sin esfuerzo alguno.
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