DOS POEMAS POR Casilda Jaspez
RETORNO AL
IMPOSIBLE
De peras
escarchadas de azúcar y miel
está hecha la
nostalgia,
de racimos de
limón amargo también.
De melocotón con
almíbar de lluvia y llanto.
De uvas con queso
que saben a beso,
a beso primero,
al beso aquel.
De laberintos perdidos.
Neblinas que
cubren el alma.
Nubes dibujadas
con trazos de piel.
De una Penélope
que el tiempo
quiere detener
y un Ulises que
retorna al imposible
del yo que ya no
es.
QUIETUD
Apenas
coinciden un rato
tu cielo y el mío.
El viento tropieza
con mi escalofrió.
Se mecen las hojas absortas
en un goce infinito
de verde encendido.
Aplaude la tarde,
se interrumpe el sonido,
al canto de un pájaro agradecido.
Se dilatan los tiempos,
va muriendo el vacío.
Quietud en las almas,
regocijo en la mía.
Esa nostalgia disfrazada de sabores agridulces. Precioso Casilda
ResponderEliminarGracias, así veo la nostalgia algo que remueve y conmueve de diferentes maneras.
EliminarLa nostalgia le abre la puerta a mi melancolía. Por eso, llevo siempre embrazado mi escudo intentando evitar el engañoso dulzor que precede a dolores soterrados, que la memoria, cómplice en mejorar lo bueno y esconder lo malo, no quiere, no puede o no sabe eliminar.
ResponderEliminarPreciosos poemas, Casi. Me gustan mucho ambos.
Gracias, me alegro que te gusten.
EliminarPrecioso retorno a lo imposible, Casi. De sabor dulce y amargo con un pco de acidez. Delicioso.
ResponderEliminar